lunes, 28 de noviembre de 2016

LA INDUSTRIA DE LOS PERFUMES

La producción de perfumes, colonias y aguas de colonia, que se conocen conjunta­mente como fragancias, ha sufrido cambios drásticos en los últimos 25 años, antes de los cuales los perfumeros se entrenaban al ser aprendices en laboratorios hasta que por medio del trabajo con materiales tradicionales en patrones bien definidos, lograban tener habilidad en hacer mezclas y combinaciones. Sólo de vez en cuando se producía un aroma nuevo y original, como OId Spice, que inmediatamente llamaba la atención de los consumidores. Poca gente se da cuenta de lo complejo que se ha vuelto la crea­ción de una fragancia aceptable; requiere de conocimiento profesional, habilidad y experiencia, junto con una especialización para la resolución de problemas técnicos de la química sintética seguidas por pruebas de campo con consumidores. Este cambio se ha originado de cierto número de factores, por ejemplo: (1) incremento en el número de materias primas naturales y sintéticas; (2) la aparición de nuevos tipos de productos que necesitan fragancias; (3) innovaciones en el empaque, especialmente en aerosoles, cuya existencia era escasa antes de 1950, y en otras nuevas presentaciones como polvos perfumados, sabores de crema, geles, lociones y barras; (4) ampliación de vías y méto­dos de distribución, que comprenden ventas de puerta; y(5) un crecimiento extraordi­nario en artículos de tocador para hombre. Esta gran cantidad de descubrimientos contrasta con dos cambios principales que se llevaron a cabo con anterioridad, la introducción de los productos sintéticos y la obtención de aceites verdaderos por méto­dos mejorados.
El perfume toma su nombre de la palabra latina perfumare (llenar con humo), porque en su forma original se quemaba incienso en los templos egipcios. Los inciensos primitivos eran simples mezclas de especias finamente molidas que se mantenían comprimidas por medio de mirra o estoraque. El siguiente avance se llevó a cabo cuando se descubrió que si ciertas especias y flores se maceraban en grasa o aceite, la grasa o aceite podrían retener una parte de su principio odorífero. De esta forma se prepararon los ungüentos y fragancias de fama bíblica. Avicena médico árabe, descu­brió la destilación al vapor de aceites volátiles. Durante su búsqueda de pociones médi­cas, encontró que las flores hervidas en un alambique con agua desprendían algunas de sus esencias al destilado. Las cruzados llevaron a Europa todo el arte y la destreza del Oriente en perfumería, así como la información sobre las fuentes de resinas, aceites y especies. René, perfumero de Catalina de Médicis, inventó muchas nuevas fragancias y en su tiempo libre fue uno de los más astutos y mortíferos envenenadores de los Médicis. Muchos de los más finos perfumes se importan de Francia. Las colonias clásicas tienen por lo menos 200 años de antigüedad y tienen su origen en Colonia, Alemania; tal vez las primeras importaciones fueron de este país. No fue sino hasta 1950 que la industria de Estados Unidos descubrió que la venta de los perfumes di­luidos en alcohol era rentable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario