Marie Bénédicte Gauthier escribe en el prólogo: “Detectar la tendencia del momento, captar la esencia de una época para restituirla en sus más mínimas notas, hasta hacer brotar un instante concreto de nuestra vida en todo su vigor… Ahí radica la magia de los perfumes míticos, su fabulosa sinceridad”.
“Hay que tener presente que ellos mismos son producto de una bella emoción, de una historia de amor, de la visión de un sueño, de una sensación especial. Arpège narra, por ejemplo, la historia de un amor insaciable: el de Jeanne Lanvin por su hija Marguerite… Jicky, por su parte, evoca la fijación erótica de un joven, Aimé Guerlain, por una joven inglesa, una desconocida casi, a quien nunca olvidó… Nº 5 nació del relato que contó el perfumista de la corte de los zares a Gabrielle Chanel, a su regreso del círculo polar… L’Air du Temps es un himno a la liberación… En Angel se cristaliza la obsesión de un modisto, Thierry Mugler, por los sabores de la infancia, el regusto del paraíso perdido…”
“Estas fragancias son una infinita reserva de imaginario y de sensualidad, que nos hablan de belleza y deseo, de materias y texturas preciosas, de estaciones y viajes, de flores y sabores…
Cada una con su historia y su propia creación, su manera particular de restallar en el aire y dejar su estela, de evolucionar luego en la piel, nos permite afirmar una faceta distinta de nuestra personalidad”.
“Según las propias afinidades olfativas, cada cual tenderá hacia aquellas que guardan más similitud con uno mismo… o que sirven de puente hacia territorios contiguos. En cualquier caso, se trata siempre de enmarcar nuestra presencia con un aura particular”.
Un exquisito libro con la historia de los perfumes más emblemáticos y un sinfín de sugerencias para elegir una fragancia.
Lleno de anécdotas sobre cómo y para quién se creó cada perfume, cómo distinguirlos o quién es o ha sido su imagen.
¿A qué olía Marilín? ¿Qué perfume era el preferido de Robert Reford o de Grace Kelly? ¿Cuál fue el primer perfume para hombre y mujer?… Hay perfumes que cuentan historias y que evocan sentimientos y deseos. Muchos de ellos mantienen un vínculo muy afectivo, transmitido de generación en generación, que convocan en ese sentido el recuerdo de las personas queridas.
os perfumes míticos son un condensado de sensibilidad: algunos fueron creados hace más de un siglo pero siguen encerrando una enorme belleza en su diminuto frasco. Hay perfumes que forman parte de la historia del cine, otros “visten” habitualmente a grandes estrellas, los hay que forman parte de los museos de arte, y hay algunos que son famosos principalmente por un envase que está más allá de una “botellita” de diseño más o menos atractivo.
Este precioso libro objeto, de cuidado diseño, narra la historia de los perfumes más míticos, además de desvelarnos todos los detalles de sus fórmulas y un sinfín de sugerencias útiles para escoger la esencia que mejor reafirme nuestra propia personalidad. Son setenta perfumes, cada uno con su ficha, en la que se detallan las notas de salida, corazón y fondo del perfume con un lenguaje ameno, además de algunas indicaciones para saber para quién está hecho el perfume y cómo llevarlo. El libro se completa con unas “notas olfativas”: unos breves textos que nos introducen en el fascinante mundo de los perfumes, de su clasificación de las “notas” que permiten a los expertos (y no tan expertos) diferenciarlos y apreciarlos.
Este es un libro para especialistas en perfume o un buen regalo para mujeres y hombres que aman el perfume. Pero además cualquier lector curioso descubrirá las historias que hay detrás de la creación de cualquier esencia, las mujeres y hombres que los han inspirado o que les han servido de imagen, lo que significaron para generaciones enteras y las películas o novelas en las que los perfumes aparecen como protagonistas. Por ejemplo, conoceremos que Shalimar, de Guerlain, aparece en 1945 como figurante en Hollywood (en la película Mujeres de George Cukor), que Lady Diana o Grace Kelly olían a Arpège, de Lanvin, que Jackie Kennedy y Julia Roberts compartían su gusto por Joy, de Jean Patou o que Classique, de Jean Paul Gaultier, seduce a Madonna.
En este libro, la autora, Marie Bénédicte Gauthier, cuenta también con la opinión de prestigiosos críticos olfativos y blogueros especializados en el mundo de los perfumes. Una de ellas, Sylvaine Delacourte (espritdeparfum.com) explica: “la fuerza de un perfume mítico está en ser un perfume que ha osado destacarse y que a menudo ha dado origen a una nueva “familia” de perfumes. Ha dejado huella en la gente y reivindica siempre una marcada modernidad. También es una vibración, un testimonio de su época, pero que sabe evolucionar con el tiempo”.
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